¿Compraste un NFT de un chango fingiendo ser arte?
Según un reciente estudio de dappGambl, alrededor de 23 millones de personas poseen un NFT.
Sin embargo, la desilusión es que el 95% de estas colecciones artísticas digitales tiene un valor de cero. Sí, leíste bien. Después de alcanzar cotizaciones millonarias en 2021, ahora valen nada.
Como si alguien hubiera inflado un gigantesco globo de esperanza y expectativas, solo para dejarlo desinflarse lentamente. Cuatro de cada cinco de estas obras criptográficas ni siquiera tienen dueño.
Son como los cuadros olvidados en el ático del mundo digital.
Matthew Levine, un ex banquero de Goldman Sachs y ahora ensayista en Bloomberg, no se anduvo con rodeos al declarar que los NFTs son "un esquema Ponzi".
Sin embargo, aunque es fácil dejarse llevar por la ola de escepticismo, es crucial recordar que detrás de estos tokens hay una tecnología prometedora: el blockchain.
El blockchain, la columna vertebral de los NFTs, tiene el potencial de revolucionar no solo el arte y la música, sino también sectores como el financiero, la salud y la logística.
Su capacidad para garantizar transacciones seguras y transparentes lo convierte en una herramienta poderosa para el futuro.
El problema no es la tecnología en sí, sino cómo la usamos. Como ocurre con cualquier innovación, hay quienes buscan aprovecharse de la ignorancia y la inocencia de otros.
Pero no debemos permitir que las acciones de unos pocos oscurezcan el potencial de una tecnología que podría cambiar el mundo.
En resumen, mientras que el mercado de los NFTs puede haber experimentado su propia "burbuja", el blockchain sigue siendo una promesa brillante para el futuro.