Tranquilo, tu jefe, ni el jefe de tu jefe. Vamos ni el dueño de las acciones, entienden exactamente hacia donde nos dirigimos como industria ni como sociedad en relación a la I.A.
Seré sincero, este momento me genera algo de placer, porque de algún modo se está democratizando la incertidumbre y la vulnerabilidad.
Pero por otro lado no podemos ser ingenuos y pensar que todos van a perder, obvio no, algunos van a ganar y mucho. Y esa es la maldita duda, cómo saber de que lado va a caer la moneda, y saber si estamos de la cara correcta.
Vayamos por pasos.
¿Cual es tu entregable, cual es tu valor?
Primero, identifica cuál es tu aportación única en este campo emergente. La inteligencia artificial está remodelando industrias enteras, desde las áreas creativas, finanzas, pasando por la educación y la medicina. Pregúntate a ti mismo qué puedes ofrecer que sea distintivo y valioso. ¿Es tu habilidad para interpretar datos complejos? ¿Tu capacidad para inspirar en momentos como éste? O quizás, tu comprensión profunda de las implicaciones éticas de la IA.
Sea lo que sea, ahora es el momento de afilar esas habilidades y presentarlas. En un mundo donde la incertidumbre es la única constante, tu "valor" se convierte no solo en lo que puedes hacer, sino en cómo puedes adaptarte y responder a los cambios.
En segundo lugar, mantente informado y sé flexible. La velocidad a la que evoluciona la tecnología de IA significa que lo que es relevante hoy puede ser obsoleto mañana. Participa en conferencias, inscríbete en cursos de actualización, y mantén un diálogo con otros expertos en el campo. La colaboración y la red de contactos pueden revelar oportunidades y perspectivas que no habrías considerado de otra manera.
Por último, prepara una mentalidad para el cambio. Esto implica no solo habilidades técnicas, sino también emocionales y sociales. La capacidad de manejar la frustración será tan crucial como tu conocimiento técnico. La inteligencia emocional, la resiliencia y la apertura son cualidades que te permitirán navegar por este terreno inexplorado con mayor eficacia.
Lo más importante es entender que el valor que aportas en la era de la IA no se mide solo por tu conocimiento o habilidades técnicas, sino por cómo aplicas esos conocimientos en un contexto en constante cambio y cómo manejas la incertidumbre y te adaptas a una realidad líquida e inestable, al mismo tiempo que fascinante.
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