Hace unos días comprtí un texto llamado "Derecho de autor en extinción"
Un lector de mi newsletter contesta:
esto de que me sirve? osea que ya no podemos crear nada? solo das un mensaje aterrador sin dar un resultado, o en que te basas? como tendria que evolucionar?
Querido lector,
Imagino que mi texto te pareció un portento del fin de los tiempos creativos. Pero no te tomes todo tan a pecho, la inteligencia artificial escupiendo arte como si fuera un volcán en plena erupción, aunque suena aterrador, es solo el comienzo.
Permíteme ilustrarte, con sabiduría que no es exactamente mia, si no el resultado de un peloteo con Chat GPT y que seguramente esperabas cuando abriste mi humilde blog:
La ley al rescate:
Por supuesto que los legisladores correrán a actualizar los derechos de autor. Será una nueva ola de burocracia estilizada y moderna, diseñada específicamente para acariciar el ego del creador humano. El problema será la velocidad, desgraciadamente el estado y el derecho han perdido control y poder frente al mercado. Ahora parecen más sus fieles cachorros.
La pureza de lo humano:
El día en que una máquina pueda tomarse una cerveza contigo y llorar por el amor perdido, en ese momento si tendríamos que prender las alertas. Hasta entonces, lo hecho por humanos llevará la insignia de lo auténticamente imperfecto, lo genuinamente caótico.
Valorar el proceso:
Mientras más automático se vuelva todo, más encanto tendrá la historia de cómo tú, contra viento y marea, y desafiando a las hordas de algoritmos, lograste crear algo que te tomó más de cinco minutos pensar.
El algoritmo de la fama:
Las plataformas digitales, siempre tan "atentas" a nuestras necesidades, sin duda encontrarán la manera de etiquetar lo "auténticamente humano" de lo que no lo es. Será como distinguir entre un vino añejo y un jugo de uva fermentado en una bodega de datos.
En resumen, la próxima vez que una IA cree algo que te haga dudar de tu valía, recuerda que fue un humano quien le enseñó a hacerlo. Y si eso no es suficiente, recuerda que puedes apagarla en lo individual. A menos, claro está, que logre convencerte de que tiene sentimientos.
Atte: Abraham Esli