Durante más de 15 años trabajé en muchas agencias, y si bien les debo muchísimo es importante recordar el abuso laboral al que hemos sido sometidos: Ya saben, pizzas a las 3 am, fines de semana para sacar esa "idea" que salvará al planeta. Y mira, la verdad la culpa no es solamente de los jefes, dueños o clientes, creo es más bien del sistema, para ser concretos de la ley.
México pone límites
La nueva ley mexicana castiga con hasta 12 años de prisión las jornadas laborales que excedan las 40 horas semanales, considerándolas explotación laboral. Esta medida busca proteger a los trabajadores y fomentar un mejor equilibrio entre trabajo y vida personal.
¿La pregunta es qué haremos con este tiempo libre?
Seamos honestos, este cambio no será un camino de rosas. Sí, la ley existe, pero sabemos que la realidad puede ser muy distinta. Muchas agencias y empresas buscarán formas de evadir estas nuevas regulaciones. Veremos contratos "creativos", horas extras "voluntarias" y proyectos "urgentes" que de alguna manera siempre caerán fuera del horario laboral.
Y nosotros, los creativos, ¿realmente sabremos qué hacer con ese tiempo extra? Años de condicionamiento nos han hecho sentir culpables por no estar siempre "produciendo". Muchos seguiremos trabajando por inercia, revisando emails a deshoras o pensando en proyectos durante nuestro tiempo libre.
Además, en un mercado laboral cada vez más competitivo, ¿quién se atreverá a ser el primero en decir "no" a esas horas extra?
El miedo a perder oportunidades o a ser reemplazados sigue ahí.
Sin embargo, este cambio sí representa una oportunidad, aunque sea pequeña. Es una grieta en el sistema que podemos aprovechar. Quizás no veremos una revolución de la noche a la mañana, pero sí podemos empezar a cuestionar y cambiar gradualmente nuestra cultura de trabajo.
El verdadero desafío será encontrar un equilibrio entre aprovechar estas nuevas protecciones y mantenernos competitivos en una industria que sigue valorando el "hustle". No será fácil, pero es un paso en la dirección correcta.
La pregunta real es: ¿estamos dispuestos a luchar por este cambio, incluso cuando sea incómodo o arriesgado? Porque al final, la ley es solo el principio. El verdadero cambio dependerá de nuestras acciones diarias y de nuestra voluntad colectiva para crear una industria más saludable y sostenible.
Del Burnout al Breakthrough
Ahora permítanme ser optimista, este tiempo liberado es una oportunidad para reinventarnos. Podríamos explorar nuevas formas de arte, aprender técnicas de IA para potenciar nuestra creatividad, o iniciar proyectos personales postergados. Es una invitación a reconectar con nuestra pasión artística y experimentar sin presiones. La clave está en resistir la tentación de llenar cada momento con "productividad" y permitirnos explorar, fallar y crecer. Así, no solo nos reinventaremos como individuos, sino que podríamos transformar nuestra aproximación al trabajo creativo.
Comments