Oye, colega, sé que estás ahí, sentada o sentado con tu café venti
(o quizás té, no juzgo), reflexionando sobre el amor infinito hacia tu profesión.
Tengo que decirte algo:
La tecnología y la IA avanzan más rápido que tu capacidad para actualizar tu perfil de Tinder :) Así que, antes de que sigas jurando amor eterno a tu trabajo, considera lo siguiente.
La evolución no tiene piedad:
En los últimos 20 años, la tecnología ha evolucionado a una velocidad vertiginosa. Según el Informe de Desarrollo Tecnológico 2021, el ritmo de avance tecnológico ha superado cualquier expectativa.
Mira los smartphones, por ejemplo. En 2000, la gente se deslumbraba con una serpiente pixelada en sus móviles Nokia, y ahora, ¡BOOM!, tenemos los celulares y relojes de James Bond.
Con la IA, el juego se pone más cardiaco. Se espera que para 2030, el 40% de las tareas administrativas estarán completamente automatizadas. ¿Eres contable? Lo siento, amigo, pero Alexa probablemente pueda hacer tu trabajo mientras te cuenta un chiste.
Y es que la IA no solo es más rápida, también está aprendiendo a ser más eficiente y precisa que los humanos en muchísimas áreas.
No te equivoques amigo creativo.
Podrías pensar, "Bueno, eso aplica para los trabajos de oficina, pero yo soy creativo, un artista, mi trabajo es único". Nop, lo siento amigo... esa verdad está caducando, la IA ya está invadiendo el mundo creativo.
Tenemos algoritmos escribiendo poesía, componiendo música y pintando cuadros. ¿Has escuchado esa nueva canción horrible pero pegajosa? Sí, la que no puedes sacar de tu cabeza. Hay una buena posibilidad de que una máquina haya tenido algo que ver en su creación.
Sé perfectamente que puede ser doloroso escuchar esto, yo soy el primero en sufrir en carne propia todas estas palabras, y si llevas años cultivando una relación amorosa con tu carrera, el dolor es mayor. Pero, como ese amigo franco que todos necesitamos, te digo: no te enamores demasiado. En este mundo acelerado, es vital ser adaptable, flexible y siempre estar dispuesto a aprender.
Así que, la próxima vez que pienses en tatuarte el logo de tu profesión en el pecho, quizás reconsidera y opta por algo más atemporal. Como una serpiente pixelada, al menos eso nunca pasará de moda.
¡Ánimo! El futuro aún tiene lugares disponibles, estamos a tiempo.
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