Vivimos rodeados de tecnología diseñada para caducar.
Desde el teléfono en tu bolsillo hasta la computadora en la que trabajas, el concepto de obsolescencia programada es parte de nuestra vida cotidiana.
Está metido en los circuitos de nuestros dispositivos y en las decisiones de las corporaciones que los fabrican: crean algo nuevo sabiendo que, en pocos años, será desechable. Pero, ¿qué pasa cuando no es el hardware el que queda obsoleto, sino tú?
El miedo a la obsolescencia —no solo laboral, sino también creativa— es una realidad que se siente más urgente en la era de la inteligencia artificial. Pero aquí hay algo que debemos recalibrar: nuestra obsolescencia no está programada de manera irreversible, está en nuestras manos reprogramarla.
No se trata de aprender a usar una nueva aplicación o de seguir la última tendencia digital. Se trata de algo más profundo: desprogramar las rutinas y hábitos que nos condenan a la irrelevancia y reprogramar nuestra manera de pensar y crear. Aquí te dejo 10 puntos poco convencionales para comenzar esa reprogramación:
1. Des-aprende
La creatividad no viene solo de lo que aprendes, sino de lo que desaprendes. Cuestiona las ideas que creías inamovibles. El futuro no pertenece a quienes dominan lo conocido, sino a quienes se atreven a olvidarlo para hacer espacio a lo inesperado.
2. Abraza el caos
Nos enseñaron a temer el caos, pero en la era de la IA, el caos es un recurso creativo. Las herramientas de IA pueden generar resultados impredecibles. Aprende a amar lo que no puedes controlar y a integrarlo en tu proceso creativo. No todo lo desordenado es ineficaz.
3. Redefine lo que significa fallar
La IA comete errores, y esos errores a menudo revelan algo que un humano nunca hubiera considerado. No te aferres a la perfección; encuentra belleza en los fallos, en los bordes mal definidos. El arte está lleno de imperfecciones que se convirtieron en revolución.
5. Haz alianzas improbables
Colabora con personas o herramientas que normalmente evitarías. Un programador puede enseñarte más sobre creatividad que otro diseñador gráfico. La diversidad de pensamiento es el terreno donde florece la verdadera innovación.
6. Consume arte creado por máquinas
En lugar de rechazar el arte generado por IA, sumérgete en él. No para imitarlo, sino para entender cómo las máquinas interpretan la creatividad humana. Esto no solo ampliará tu visión artística, sino que también te ayudará a ver nuevas posibilidades en tu propio trabajo.
7. Deconstruye la nostalgia
La nostalgia es poderosa, pero también es una trampa. Desafía la idea de que “las cosas eran mejores antes”. Experimenta creando versiones "futuras" de tus obras pasadas. Redefine lo clásico bajo una nueva luz.
Reprogramar tu obsolescencia no es solo evitar ser reemplazado por una máquina; es una invitación a reinventar tu manera de crear, pensar y ser.
Vivimos en una época donde lo irrelevante se disfraza de lo nuevo, y lo innovador se esconde en los márgenes. El reto es ser más audaz, más crítico, y estar dispuesto a desmantelar las narrativas que se han convertido en historia.
¿El futuro? El futuro no sólo está en tus acciones de hoy, sino en cómo decides reprogramarte para el mañana.